miércoles, 9 de mayo de 2018

He perdido.

El reloj se para
y con él,
sus afiladas y amenazadoras agujas
que controlan meticulosamente el tiempo
que pasamos tu y yo,
al que burlamos
por no sentirlo deslizarse entre nosotros,
con la fugacidad de un recuerdo
o de un suspiro,
tuyo.

Ahora es él quien me burla a mí,
aplastándome con las horas
que antes pasaba a tu lado,
trasformándolas en interminables
e irremediables segundos
que paso contemplando el techo
de (nuestra) habitación,
donde tanto sueños rotos
y esperanzas perdidas
se hallan esperando ser cumplidas;
algún día,
ojalá.

He retado a un duelo a tu recuerdo
porque no soporto que tu sombra
me persiga hasta altas horas de la noche,
recordándome que ya no estás,
pero ella sí,
siendo la viva imagen de la dulce belleza
que irradiaban esos ojos verdes,
que un día,
cautivaron todos mis sentidos
y a mi misma
y me debo un pésame por ello;
he perdido.

viernes, 26 de agosto de 2016

Presencias vacías.


He visto a tu sombra, paseándose a altas horas de la noche por mi habitación, recordándome tu ausencia que tantas noches de insomnio y llantos desconsolados me ha supuesto.
Le he pedido que se vaya, pero no parece ser menos cabezota que tú e insiste en acompañarme en mis noches de soledad y charcos en el suelo, en ocasiones viéndose reflejada en ellos y asustándose por su irreconocible aspecto: oscuras ojeras enfermizas y el rastro de unas recientes lágrimas surcando sus pálidas mejillas, que solían brillar con más intensidad que el sol en su momento de esplendor, bien por las carcajadas que le provocaban mis chistes sin sentido o bien por el placer que le producía correrse entre mis brazos.

La he visto llorar desconsoladamente en un rincón, haciéndome compañía y provocando que extrañe la tuya;
la he visto gritar e insultar sin compasión alguna por la frustración que le producía sentirse incomprendida y sola en numerosas ocasiones;
la he visto sentada en un bar, ahogando sus penas en otros brazos que no fuesen los míos, abanicándose de calor y provocando el mismo a su paso;
la he visto agazapada en el alféizar de su ventana, sintiendo la música con los ojos cerrados y la piel
erizada, como si de mis caricias se tratase;
y es que, la he visto de tantas maneras, en tantos momentos, que me es imposible no invitarla a la cama y recorrer su cuerpo como si lo conociese tan bien como su pasado, para que a la mañana siguiente, a la primera luz del alba, su presencia desaparezca y con ella la sensación de volver a sentirte cerca, aunque no lo hayas estado desde aquella noche que decidiste que esta cama,
estos brazos
y esta vida,
no eran tu lugar.

sábado, 28 de mayo de 2016

Perder(nos)

Mírame;
clava tu pupila en la mía,
pero no durante mucho tiempo que me sonrojo
aunque estos hijos de puta
perdón, mis ojos
griten frenéticos
por mirarte otra vez.

Sonríeme;
que de entre esas mil y una sonrisas
que contemplo en ti cada día,
una de ellas pronuncie un te quiero
en silencio,
en verso,
o en beso.

Abrázame;
rodéame con tus brazos
y no me dejes escapar,
que aunque dicen
"aquello que es bonito no perdura"
yo no pienso irme jamás.

martes, 3 de mayo de 2016

Tempus fugit.

Llevo tiempo intentando mendigar al destino por un instante que haga que no me sienta vacía,
porque sí, creo en los momentos felices, que aunque fugaces, perduran allí donde hacen su gran aparición.

Llevo mucho tiempo mirando al suelo, sin fijar la vista al frente, y te preguntarás por qué, si las mejores oportunidades se encuentran a mi alrededor, y si bien eso es cierto, ellas han decidido pasar de largo y sólo me queda la triste esperanza de que podré recoger de él las ilusiones ya rotas y ennegrecidas para reconstruirlas y volver a darles vida, porque no hay nada más bonito que reconstruir las piezas de alg(uien)o que un día estuvo roto.

Llevo demasiado tiempo aquí sentada viendo el tiempo pasar, cuando lo único que un día quise hacer fue abrazarle y reírme del tiempo y del olvido, creyéndoles incapaces de alcanzarnos, porque joder, todo se detenía cuando le tenía al lado,
 y negando lo inevitable que aún estaba por llegar, finalmente, llegó nuestro final.

Porque en esta vida todo llega a su fin, incluso su sonrisa que un día me pareció infinita y que fue el motivo de otras tantas mías,
los besos furtivos cuando creíamos que nadie nos miraba y nos sentíamos los dueños de todo lo que nos rodeaba, y lo que es más importante aún, de nosotros mismos,
el brillo en sus ojos cuando le decía lo precioso que estaba ese día, y al que muchas otras miradas pudieron llegar a envidiar,
el vaivén de su pelo retando al viento a un duelo de delicadeza y elegancia, que siempre acababa ganando él,
los besos que acababan en sonrisas
y
los 'te quiero' que acababan en polvo y no en cenizas.

Que sí joder, que llevo mucho tiempo pidiéndole al viento, el cual declaro como testigo, que me devuelva esas sonrisas bobaliconas que esbozaba al mirarle fijamente a los ojos, y gritándole a la lluvia que me devuelva las noches en las que juntos corríamos desenfrenadamente por las calles de Madrid, mi preciosa Madrid, mientras entre beso y beso, buscábamos un refugio a la formidable lluvia que nos empapaba, hasta que rindiéndonos en la búsqueda, optaba por sus brazos como el mejor refugio posible.
Y allí, abrazados en medio de la nada, sentíamos el agua caer sobre nuestros cuerpos en representación al llanto de los muchos corazones que vivían sin llegar a vivir y morían sin llegar a hacerlo, de los cuales el mío no formaba parte,
aunque ahora
sí.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

qué soy, quién soy.

Me gusta llevar las uñas mal pintadas y tomar café con leche.
Siempre llevo el corazón roto, porque me da buena suerte y así, no tengo que esperar nada de nadie.
Suelo llegar tarde a los sitios porque me da miedo no llegar nunca a ninguna parte.
Me gusta vestir de negro, porque no me gusta la policromía.
Soy más de clásico que de contemporáneo, porque puede que tenga miedo a ciertos cambios
y quizás por eso, siempre vuelva al kilómetro cero.
Suelo leer porque mi vida me aburre y necesito irme,
escapar,
adentrarme en un lugar donde sólo mi imaginación sea capaz de llegar.
Me gustaría volar, pero me debo conformar con soñar,
aunque nunca me acuerde de mis sueños.
Soy de observar,
de mirar,
de aprender y aprehender.
Creo en el alma y en la vida múltiples veces,
porque morimos sin morir y vivimos sin llegar a hacerlo.
Me gusta mirar a los ojos cuando hablo,
sonrío
o simplemente callo,
perderme en un iris infinito, que esconde mil y un secretos encerrados tras puertas, que poco a poco atravieso con descaro.
Las páginas se pasan como segundos y en realidad, nada tiene sentido,
sólo el que tú le encuentres.
Soy de emoción fácil y difícil,
soy todo a la vez,
soy nada.
Soy luz y oscuridad,
lo viejo y lo nuevo,
un sí y un no, continuo
que separa mi cuerpo y mi mente
y en ocasiones, me impide entenderme.
Soy el café de las 5 y la cerveza de las 7,
siempre hay algo, pero aún más, nada.
A veces, me gustaría saber,
qué soy realmente;
quién soy.

lunes, 23 de noviembre de 2015

un desastre, un bonito desastre.

observo la lluvia desde la distancia
sumida en mis pensamientos
notando como poco a poco
el frío se va abriendo paso
entre las mil y una capas de ropa que llevo encima
y un escalofrío me recorre la espalda.

me abrazo con fuerza
y siento una ligera humedad en las mejllas
acompañada de un gemido apenas perceptible
que poco a poco
se convierte en un sollozo
que grita su nombre.

ojalá pudiese sentir sus manos sobre mi rostro
sosteniéndolo delicadamente,
obligándome a mirarle a los ojos
para a continuación,
susurrarme un te quiero,
una bonita definición de "te quiero, pero dilo bajito, susúrralo, por si acaso".

ojalá sus finas manos
sostuviesen las mías con fuerza
como si les aterrorizase la idea de tener que separarse
en algún momento no muy lejano.
"hazlo" pienso nostálgica
una última vez,
como si de una despedida se tratase;
adiós.

un puñado de ojalás
y pocas cosas más me quedan.

he hablado con el olvido
y me ha dicho que debo esperar
que no es momento de olvidarte
pero, ¿cuándo lo será?

sigo esperando a ese "amor de mi vida"
que todos juran haber conocido
y al que reniego de encontrar.

he buscado día y noche,
en sitios inimaginables
donde sólo la mente es capaz de llegar
y algo debió de haber fallado en aquel momento
porque la soledad sigue siendo mi única compañera.

y dicen por ahí
que todo llega y es mejor no buscarlo,
darle la oportunidad de que llegue sólo,
pero en mi vida
lo único que llega sin siquiera pedirlo es
la lluvia,
la tristeza
y un puñado de inseguridades
que me convierten en un desastre,
un bonito desastre.



domingo, 15 de noviembre de 2015

sin salida.

me pierdo entre las sombras
que un día
irradiaban una luz inimaginable
y retando a un duelo perdido a la oscuridad
quedaron sumidas en la negrura
para siempre;
tinieblas.

pienso en un futuro
no muy lejano
y el miedo 
hace acto de presencia 
en todas y cada una 
de las ilusiones 
que esperan ser cumplidas;
pánico.

intento sin éxito
apartar esa puta piedra de mi camino,
deseando con fuerza
seguir adelante sin caer una 
y otra 
y otra vez
a causa de su presencia;
sentencia. 

miro a mi alrededor
en busca de algo a lo que aferrarme
y depositar mis esperanzas
ya cansadas
de que los demonios presentes en mi mente
den por terminada su lucha;
rendición. 

heridas aún sangrando
escondidas tras cicatrices
tiempo atrás olvidadas
que lloran y suplican
por una muerte rápida
instantánea;
efímera.